lápices y colores

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El proyecto solidario “Lápices y colores” , se fraguó en un viaje a Marruecos en las navidades del 2008, viendo las necesidades que allí había y dándonos cuenta que era bastante fácil ayudar al mismo tiempo que se conocen países. Nuestros proyectos: En Kenia: Entrega de ropa, medicamentos y juguetes en el orfanato de Melon en Nakuru y reconstrucción de unas cuadras para convertirlas en aulas. Construcción de un aula en Takar, pueblo del norte. En Vietnam: entrega de ropa en un orfanato y compra de comida. En Camboya: estamos dando estudios a Vichara, para que cuando termine, ( turismo), se haga cargo de un orfanato y ayude a los niños de Siem Reap. En Mongolia: Reparto de ropa,(120Kg), Linternas, por la estepa y compra de una Ger, ( casa tipica ) a una familia sin recursos. En India: Entrega de material médico y comida en el orfanato del Dr. Palaksha. Compra de una tonelada de comida y una nevera en Hampi, orfanato de Kali. En Burkina Faso: Arreglar 4 pozos de agua. Comprar 1 Tonelada y media de comida para un orfanato. Hacer una comida solidaria en un pueblecito para 150 niños y 40 adultos, con tan solo 80€. Entregar medicamentos a los bomberos y en centro de salud.

jueves, 19 de marzo de 2009

Igualdad en la educación.-














Acaso no buscamos la igualdad???



En muchos paises de Asia y Africa, las niñas son obligadas a trabajos domesticos, agrarios, al cuidado de los más pequeños, por lo que no son consideradas para recibir una educación. No tienen acceso a la lectura, escritura... no se les ofrecen habilidades para pensar, se las entrena a obedecer.

Poco a poco estas imposiciones están cambiando. Es dificil, y costoso, pero gracias a la intervención de asociaciones locales, y a la colaboración de pequeños grupos extranjeros, cada vez son más las niñas que empiezan a tener acceso a la educación básica. (lectura y escritura, y algo de matemáticas).

Una mujer educada, será quien motive a sus hijos a aprender, será quien eduque a su familia, y podrá cambiar ciertos valores sin por ello romper con las tradiciones y cultura.

Con ayudas como la nuestra, las familias no tienen que invertir dinero en la educación de las niñas, y consienten en que reciban formación antes o despues de realizar sus jornadas de trabajo.